Creemos que el arte es un medio único para transmitir mensajes, para cultivar y desarrollar la intuición comprensiva. Por eso en nuestro Museo realizamos exhibiciones artísticas relacionadas con el agua y el ambiente.
El río, agua en movimiento, genera sus dinámicas de transporte. Sedimentos que forman islas, y semillas que viajan y formarán selvas.
El agua es también transporte de otros sedimentos como el polvillo de la tinta, que queda fijada en un trazo. Este trazo, entonces, se hace huella. Una huella más del agua.
Reconocemos desde siempre el sonido del agua. Buscamos en este Palacio el sonido de los trazos.
En esta instalación, el trazo seco que dejó el agua se transforma en huella sonora como forma de experimentación.
Tracemos un instante para transformar el espacio blanco y jugar con las formas que quiebran el silencio.
Ariana Jenik: Es diseñadora gráfica y artista plástica egresada de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA. Es docente en la carrera de Diseño Gráfico, en la materia Morfología I, Cátedra Longinotti. Realizó cursos de especialización en diseño de packaging y diseño editorial en Parsons The New School for Design, Nueva York. Estudió escenografía en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón y participó de los talleres de edición de obras de arte en la Universidad Di Tella, a cargo del artista mexicano Carlos Amorales, como también en talleres de diseño y movimiento de trazos, dictado por el grupo Segni Mossi (2017 y 2018). Trabaja desde hace más de veinte años en el campo editorial, en el diseño y la realización integral de libros, diarios y revistas para numerosos medios y casas editoriales.
Martín Parselis: Es Ingeniero Electrónico y Doctor en Estudios Sociales de la Tecnología. Actualmente es profesor de distintas asignaturas transdisciplinares en carreras de Educación, Comunicación e Ingeniería. En el campo de la investigación es autor de artículos de divulgación, papers y libros orientados especialmente hacia el campo de Tecnología y Sociedad. Trabajó en producción y conducción de radio, en el diseño y desarrollo de materiales sonoros y educativos, además de ser coautor de obras multimediales.
Esta propuesta plástica busca generar un relato a partir de la idea de un río que atraviesa el Palacio de las Aguas Corrientes. El recorrido se conforma a través de la observación, continúa con la experiencia directa, hasta llegar a las consecuencias de la intervención desmedida del ser humano. Venimos actuando, consciente o inconscientemente, enlazando o destruyendo la naturaleza. Hoy somos testigos del despertar global, de una toma de responsabilidades, un cambio, un pequeño destello de esperanza.
La muestra responde a esa toma de conciencia, a esas inquietudes sobre el fluir y la transformación, a esa relación poética que tenemos al entrar en contacto con el agua, un gesto que siempre genera un cambio.
OPUS SUR: Es un proyecto artístico que parte del diálogo entre dos artistas María Inés Tapia Vera y Dardo Fabián Flores cuyo objetivo es generar una poética visual contemporánea, que busca poner en relación el lenguaje plástico con las nuevas tecnologías (audiovisuales), que incluyen el desarrollo de nuevos medios: instalaciones, video-arte,mapping y obras site-specific.
Bajo la dirección de ambos artistas, se propone una metodología de trabajo interdisciplinaria a fin de generar una integración de diferentes áreas: visual, sonora, técnica, teórica, literaria, performática y científica. Estos lenguajes dan forma a una obra única que tiene como eje el vínculo conflictivo entre el humano y la naturaleza buscando evocar un pensamiento reflexivo en el público.
Un mundo en cambio es una muestra conformada por veintitrés miradas para ayudarnos a reflexionar sobre los conflictos climáticos del planeta. Nuestra idea es encontrar una forma poética y accesible para concientizar sensiblemente el momento que estamos atravesando. En esta exposición invitamos a las y los artistas a apropiarse del agua y el cambio climático como un problema social, a involucrarse en este tema, a jugar un papel crucial dado que sus visiones nos permiten reconsiderar el rol que cada una y uno conlleva en las actividades cotidianas en la alteración, tal vez irrevocable del ambiente.
Santiago Bengolea, curador de la muestra
El 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, se lanzó una convocatoria, dirigida a artistas de distintas disciplinas (pintura, dibujo, grabado, escultura, fotografía, video, instalación, performance, entre otras) con el objetivo de generar un espacio de creación y reflexión en torno al agua y al cambio climático. Se seleccionaron veintitrés obras que conformaron una muestra colectiva que tuvo lugar en el Museo del Agua, Palacio de las Aguas Corrientes. Dentro de las obras elegidas, cinco pertenecían a empleados y empleadas de AySA.
El proceso de selección, estuvo a cargo de un jurado constituido por tres especialistas de trayectoria artística e intelectual designados por la empresa: Santiago Bengolea (Smol, PROAXXI y curador de la muestra), Albertina Klitenik (Asesora Cultural de AySA), y Dolores Claver (artista visual).
Alguna vez dije que en la obra de Agustina Chaufan se manifiesta la “belleza de lo imperfecto”. Y la definición da cuenta de un grupo de recursos plásticos y estéticos que colaboran para armonizar opuestos complementarios, efímeros balances a los que la artista accede cual equilibrista, milimétricamente diseñando cada pieza para contener un aparente caos de referencias espacio temporales, cromáticas y figurativas, en una red inestable pero lo suficientemente fuerte como para orientar al espectador dentro de una naturaleza surrealista.
Tempestades es la primera muestra individual de la joven artista argentina, pensada desde un principio como sitio específico para el Palacio de Aguas Corrientes de la Ciudad de Buenos Aires. Como si a su juego la llamaran, las olas, el movimiento infinito de los mares y las aguas todas, es objeto de interés y representación permanente a lo largo del hacer creativo de Agustina Chaufan. En esta oportunidad, se reúne un corpus de piezas en formato medio, todas ellas en papel trabajado con técnicas mixtas. Aguas apasionadas que salen del confinamiento otorgado por los marcos, para desplegarse en una suerte de tótems que operan como paredes en la sala de arte contemporáneo, cobrando así dimensiones monumentales a partir del despliegue de un detalle como motivo que nos lleva de lo micro a lo macro, recibiendo y haciendo parte del relato al espectador, al sumergirlo en ese mundo sutil y pequeño que la artista dibuja de manera exquisita. Pero una tercera instancia pone a las obras en acción: ya no alcanza con verlas todas juntas en las paredes formando un conglomerado colorido, una suerte de retratos de mares más o menos apasionados, y tampoco alcanza con un potente zoom in donde ese detalle se despliega en un mural compartimentado en 6 espacios, sino que las obras se agitan y cobran vida en un video repetido ad infinitum el cual, sin pedir permiso, capta la atención del visitante y lo envuelve en un sonido que lo remite inmediatamente a un escenario natural, implantado en el centro de la sala.
Tempestades nos presenta un temperamento efervescente, curioso, una mirada incansable, muchas veces abrumadora, es un reflejo de un sentir y hacer –los de la propia artista- inquietos pero sistemáticos, complejos aunque sencillos, bellos en su imperfección y apoyándose justamente en ella para potenciar su atracción. Será tarea entonces del espectador el identificarse, o no, con esas pasiones intempestivas que en definitiva, en algún momento de nuestras vidas, nos atraviesan a todos.
Lic. María Carolina Baulo, curadora de la muestra
Marzo 2022.
La muestra consiste en una selección de trece obras pictóricas de la artista Agustina Chaufan, con la curaduría de la Lic. María Carolina Baulo.
Las obras plantean la interrelación y dialéctica del agua, materia fluida en constante movimiento, con otros elementos propios de la naturaleza, tomando como premisa la ausencia de lógica racional e invitando al espectador a sumergirse en paisajes, en principio, imposibles.
La muestra se funda en tres pilares expositivos que proponen una experiencia envolvente:
• Proyección audiovisual de la selección de obras con animación a gran escala.
• Gigantografía de la obra “Mono no aware”.
• Exposición de trece obras en su formato original, cuadros en papel vegetal enmarcado, técnica mixta.
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El Museo del Agua presenta esta nueva propuesta, una invitación a fluir en escenarios naturales imaginarios, a partir de una recreación mágica que tiene al agua como protagonista y fuente de inspiración. La exhibición brinda, así, una mirada distinta, enérgica, fresca y provocadora, otra forma de apreciar este recurso esencial.
Agustina Chaufan es una artista visual argentina. Se formó en el taller de Carolina Antoniadis y realizó clínica de arte con la Lic. María Carolina Baulo. Actualmente, se encuentra realizando un Master en Investigación en Arte y Creación, en la Universidad Complutense de Madrid. Participó de numerosas muestras colectivas entre las que se destaca la Exposición de Obras Seleccionadas en el Premio Nacional a las Artes Visuales, Fundación OSDE (2021, Buenos Aires).
Día Cero se plantea como un gran observatorio que, con el agua como protagonista, busca llamar nuestra atención e interpelarnos, invitándonos a repensar nuestra relación con este recurso vital.
A simple vista, una composición abstracta en gama de colores fluorescentes y formas hexagonales, que hacen referencia a las partículas del agua. En esta instalación de sitio específico (site specific) ocho hexágonos actúan como pantallas, donde se proyectan las obras audiovisuales de siete artistas de distintas partes del mundo: Alice Bucknellm (Semilla de tierra 2150), Dana Ferrari (Lava el gesto), Arieh Frosh (Sin título), Santiago Ortí (Costa), Léa Porré (Maar) y Jamie Steedman (Sobre el mar hasta Argentina).
Las obras muestran escenarios imaginarios y reales, poéticos, esperanzadores y distópicos, conformando una constelación de narrativas. Todo sucede en simultáneo, son portales, imágenes en movimiento, momentos que, al transitar el espacio, aparecen y desaparecen. Mientras, un teléfono antiguo, inalcanzable, suena sobre una plataforma, un llamado que nadie responde….
Se genera así un espacio donde el pasado, el presente y el futuro establecen conexiones, donde el agua y el tiempo dialogan, presentando al mañana como interrogante.
La muestra nos alerta, nos propone reflexionar sobre qué significa este bien ambiental, social y cultural, fundamental e indispensable para nuestra supervivencia.
Cuidemos el agua. Hoy es el momento de actuar.
Cynthia Carllinni es una artista argentina que vive entre Buenos Aires y Londres.
Utiliza el collage como método de trabajo operando con y a través del absurdo.
Durante los últimos años, ha estado investigando el "fenómeno de histéresis" en creencias prácticas (comportamiento humano) dentro de ideas de migración, no fronteras, rituales chamánicos, resistencia, esperanza, pausa y reorganización.
Cuando la vida se experimenta como fracturada y ya no es sostenida por un flujo constante de asociaciones habituales, diferentes fuerzas colisionan para producir sentido del no-sentido, la artista trata de reconocer las ‘especificidades locales’ en un ‘mundo globalizado’ buscando comprender su propia identidad transitando las complejidades de estas relaciones en nuestra vida diaria como una ‘experiencia collage’.
Cynthia ve lo 'social' como un espacio de especulación, como un aspecto fundamental en su discurso para profundizar en la investigación y la vivencia colectiva. Propone escenarios donde su práctica es atravesada por el encuentro con las narrativas de otros y viceversa.
A menudo, el aspecto curatorial de su práctica artística se convierte en una metodología clave para la investigación en su propia obra, sobre el fenómeno de la histéresis en las creencias prácticas y la temporalidad.
“Todo Sirve” es una invitación a reflexionar sobre nuestro rol como consumidores: qué y cuánto usamos, y cómo disponemos los residuos.
Es una propuesta: seamos parte de la solución y no la causa de los problemas del ambiente.
La muestra pone de manifiesto otra perspectiva sobre lo que consideramos descarte. Los residuos se pueden transformar, convertirse en materia prima y base de nuevas producciones.
A partir de la intervención del artista, se genera una metamorfosis, un círculo virtuoso: los desperdicios se convierten en una mágica serie de curiosas y llamativas esculturas. De su mano, surgen nuevas formas, nuevos significados…
Edgardo Nelson Rodríguez es un artista plástico contemporáneo nacido en 1942, en Buenos Aires, Argentina. De profesión arquitecto, se formó en los talleres de pintura de María Luisa Manassero, Luís Felipe Noé y Juan Carlos Bisolino.
A partir de la intervención del artista, se genera una metamorfosis, un círculo virtuoso: los desperdicios se convierten en una mágica serie de curiosas y llamativas esculturas. De su mano, surgen nuevas formas, nuevos significados…
Técnica: plástico pet reciclado e intervenido con pigmentos.
Aquello que fue arrojado y forma parte de la última fase del sistema de consumo: el desperdicio, vuelve a ingresar al circuito trasformado en arte.
La obra vincula lo estético con la sustentabilidad. Los materiales reutilizados adquieren una nueva significación, acentuando su perpetuidad.
Agua, el capital simbólico de la forma busca activar una mirada nueva, un enfoque distinto para pensar el agua. Percibiendo su potencia como recurso, elemento, medio, capital, símbolo, en tanto nos constituye como organismos y se nos despliega en cada acción cotidiana en la que estamos inmersos.
‘’En Agua…trabajo con la forma en tanto es contenido y continente. Es un concepto que atañe tanto al mundo del Arte como de la Ciencia, es una distinción filosófica y más aún en su relación con la materia. La propuesta es imbuir al espectador en el concepto de forma, específicamente la de la molécula de agua: el tetraedro. Proporcionando diversas expresiones con una impronta lúdica y visual, a fin de generar experiencias de percepción que funcionen como ‘’disparadores’’. Sensibilizando así sobre su naturaleza y características, cuidado y uso responsable, la potencia y pregnancia de su simbología como elemento vital’’.
Así como la molécula, la partícula más pequeña, presenta todas las propiedades físicas y químicas de una sustancia, la acción de cada uno de nosotros se ve reflejada en el conjunto.
Cada acción vale, cada gota cuenta.
Carolina Bohl nació en Buenos Aires, Argentina. Esencialmente autodidacta en el campo artístico, ha participado en talleres y cursos para expandir su mirada: pintura con Horacio D’Alessandro, Arte, Sociedad y Política e Historia del Arte con José E. Burucúa, Curaduría con Flor Salas.
Su obra se exhibió en muestras colectivas e individuales. Participa en cada edición de Puertas Abiertas (Puertas del Bajo y Puertas Adentro), evento de gran convocatoria que se realiza en San Isidro donde se abren al público los talleres de artistas. Integra los colectivos artísticos “Intervenidos & Reciclados” (EUDEBArte/CC El Bolsón) y “Mirando por la Ventana”, muestras virtuales.
La selección de obras de la artista para esta muestra conjuga una instalación “site specific”, realizada con material de descarte, una serie de fotografías intervenidas y un libro de artista.
Cali Bohl parte de la representación geométrica de la molécula de agua: el tetraedro. Replicándola mediante el plegado de láminas de PET reciclado hasta constituir una instalación de gran escala con el concepto de fractal, donde el todo posee la misma forma y características de las unidades que lo conforman. Asimismo, evoca el collage como la amalgama de diferentes elementos resignificándose en un Todo construido por las partes.
Agua y naturaleza mantienen una relación estrecha. El agua le da vida, la nutre, la transforma, es su origen. La naturaleza la contiene, la desplaza, la convierte y hasta le permite expresarse en colores.
En esta muestra de fuerte cromatismo, el agua es principio y sustento de la manifestación artística, juega con texturas y trazos, que remiten a motivos vegetales, poniendo a la naturaleza en escena.
La colorida selección de más de veinte obras de la artista plástica Dolores Claver fue elegida como parte de la propuesta de La Noche de los Museos, que buscó recrear experiencias que permitieran al visitante aproximarse al agua desde lo vivencial.
Dolores Claver es una artista plástica nacida en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Se formó en los talleres de Carlos Vera y Adriana Gibello. Realizó estudios de Historia del Arte en el Museo Nacional de Bellas Artes y de Curaduría en la Universidad Torcuato Di Tella. Cursó el posgrado de Gestión Cultural y Comunicación en FLACSO y participó en numerosas exposiciones individuales y colectivas.
La obra conjuga manchas orgánicas, superposición de planos y trazos que remiten a motivos vegetales. Las expresivas resoluciones de la artista, invitan al espectador a contemplar paisajes naturales abstractos y completar así un viaje imaginario por la naturaleza.
La Antártida, conocido como el continente blanco, es una reserva natural de excepcional valor, consagrada a la ciencia, para fines pacíficos. Reviste una gran importancia para la humanidad y es un ejemplo humano de trabajo, cooperación y solidaridad.
Para transmitir estos conceptos, AySA albergó la muestra Antártida: “El paisaje del Agua, integrada por una selección de 25 obras de la artista plástica Natalia Novaro.
Natalia Novaro es una artista visual argentina, graduada en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, en 1993, con el título de Profesora Nacional de Pintura. En el año 2009, obtuvo la Licenciatura en Artes Visuales en el Instituto Universitario Nacional de Arte.
Se especializó en la técnica Sumi-e y otras técnicas de pintura oriental. Sus obras han sido expuestas en salones nacionales y ha participado en importantes muestras individuales y colectivas. Su viaje en barco por la costa oeste de la península antártica influenció definitivamente su trabajo artístico.
La artista desarrolla su obra en torno al paisaje del continente blanco, utilizando la técnica oriental Sumi-e. De origen chino e introducida luego al Japón por monjes budistas zen, esta técnica de pintura naturalista se basa en el respeto hacia la naturaleza utilizando el dibujo monocromático en tinta.
Portadores de un mensaje espiritual del pasado, los monumentos son un testimonio vivo de nuestras tradiciones, nuestra historia y también de nuestra particular identidad.
Los monumentos que se relacionan con las obras de salubridad, que sucesivas generaciones fueron construyendo a través del tiempo, también conforman la historia de nuestra cultura y han sido fundamentales para la salud e higiene.
Son parte de nuestra memoria colectiva, nos ayudan a tomar conciencia de la importancia de este patrimonio común que, pensando en las generaciones futuras, tenemos la responsabilidad de conservar.
Con este propósito la Muestra “Los Gigantes del Agua”, exhibe grandes depósitos, plantas potabilizadoras y otros monumentos que constituyen eslabones indispensables para conocer la historia de las obras de salubridad de nuestro país.
La muestra rinde tributo a este gran artista, a la vez que ofrece distintas perspectivas del Riachuelo, para ponerlo en valor, rescatar su patrimonio y mantener viva su significación.
Con la colaboración del Museo Quinquela Martín, se exhibieron en el Palacio de las Aguas Corrientes, reproducciones de varias de sus obras más emblemáticas, incluida “Construcción de desagües” además de imágenes y material audiovisual de este singular pintor.
Completaba la muestra información sobre uno de los proyectos más importantes que AySA está llevando adelante: el Sistema Riachuelo.
Benito Quinquela Martín (Buenos Aires, 1890 - 1977) popular y reconocido artista argentino, se destacó en las áreas de pintura, grabado y muralismo.
Pintor de barcos, astilleros, grúas y obreros, trabajó durante su infancia cargando y repartiendo bolsas de carbón, experiencias que influenciaron la visión artística de sus obras.
Quinquela fue autodidacta, no recibió una educación formal en artes y se caracterizó por usar como principal instrumento de trabajo la espátula en lugar del pincel.
Participó en varias exposiciones, tanto en el país como en el extranjero y logró vender varias de sus creaciones, lo que le permitió realizar numerosas obras solidarias en su barrio. Entre ellas, una escuela-museo conocida como Escuela Pedro de Mendoza.
Sus obras de vivos colores reflejan el paisaje del puerto de La Boca representado como escenario de esfuerzo y progreso y las alegrías de las fiestas populares del barrio, presente en casi todas sus pinturas.
Esta instalación es una colección de muestras de agua de distintas partes del mundo, preservadas y conservadas en pequeñas botellas, atesoradas en una obra de arte, como legado de la humanidad para todas las generaciones venideras.
La obra conceptual Aqua Planetae está dirigida a que cada espectador tome conciencia de que estamos íntimamente ligados a esta fuente esencial, que tenemos la responsabilidad de cuidar.
Carlos Montani es un artista argentino nacido en la Ciudad de Buenos Aires, en el barrio porteño de Monte Castro, donde hoy tiene su taller. Su abuelo y su padre inventaron máquinas, realizaron trabajos de ebanistería, carpintería y herrería que influenciaron su obra.
En el año 2001, se trasladó a Costa Rica donde se relacionó con el acuarelista Max Rojas y asistió al taller de vidrio de Ruth Wasserman.
Siempre buscando nuevas formas, en el año 2010 comenzó a investigar con maderas las propiedades espaciales de la “cinta de Mobius”. Así desarrolló una variedad de esculturas que derivaron en nudos triples, dobles y simples, manteniendo un trabajo de encastre de piezas que parten del cálculo matemático. Realizó numerosas obras de gran formato, entre las que se destaca Aqua Planetae.
AySA realizó este homenaje a este artista exhibiendo obras hidrocinéticas, especialmente seleccionadas por el artista, orientadas a ofrecer una reflexión sobre la influencia del agua en la vida.
Gyula Kosice (1924 - 2016) fue escultor, pintor, teórico y poeta. Fue uno de los precursores del arte cinético, lumínico e hidrocinético, y de la conjunción del arte, la ciencia y la tecnología.
En los años 40 comenzó a difundir las tendencias vanguardistas europeas en la Argentina. En 1945 fue cofundador del movimiento de Arte Concreto-Invención y en 1946 fundó el Arte Madí, corriente que introdujo la abstracción geométrica.
Utilizó, por primera vez a nivel mundial, el gas neón en obras de arte e introdujo el agua en movimiento como elemento constitutivo y esencial de sus obras.
Realizó esculturas monumentales en varias ciudades del mundo y participó en numerosas exposiciones individuales y colectivas, en el país y en el extranjero.
Las obras hidrocinéticas e hidrolumínicas de Kosice son sus producciones más características compuestas por esferas, gotas, chorros de agua y juego de luces y sonidos. Están presentes en museos y colecciones privadas de Argentina, América Latina, Estados Unidos, Europa y Asia.
Te acercamos una selección de obras vinculadas con el agua.
Si estás interesado en exponer en nuestro Museo, descargá las bases y condiciones.